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DE COMETAS Y VIENTOS.

domingo, 20 de junio de 2010

El papalote azul (Lan Fengzheng).




Dirección: Tian Zhuangzhuang.
País y año:China-Hong Kong, 1993.
Música:Yoshihide Otomo
Guión:Xiao Mao.

 El Papalote Azul cubre poco más de diez años de la historia de China en el siglo pasado, desde la  época de Las Cien Flores (1956-57) hasta los albores de la Revolución Cultural (1966-76), pasando por la  Campaña Antiderechista del 1957-58 y el fallido Gran Salto Adelante del 1959-61.
 Tian Zhuangzhuang elabora la crónica social y política del país a través de los avatares de una familia común y corriente, la formada por la maestra de escuela Chen Shujuan , el bibliotecario Lin Shaolong  y el pequeño hijo de ambos, el curioso y rebelde Tietou


 Mandado a un campo de reeducación, Shaolong muere cuando le cae encima un enorme árbol. Viuda y apestada, Shujuan recibe la solidaridad de Li , un compañero de trabajo de Shaolong que resulta ser quien lo había delatado. Arrepentido, Li se gana el cariño de Tietou  y de la misma Shujuan, con quien termina casándose.
 Sin embargo, poco después, agotado por el trabajo excesivo y sufriendo de anemia, Li muere, dejando de nuevo viuda a Shujuan, que vuelve a casarse, esta vez con un encumbrado líder del Partido, Lao Wu , quien termina en la picota cuando las Guardias Rojas irrumpen en su casa, en plena Revolución Cultural.


 Como el papalote azul del título, construido amorosamente, movido caprichosamente por el aire, destruido una y otra vez, la felicidad parece inaccesible para Tietou y toda su familia. Sin embargo, la película nunca se da el lujo de ser depresiva. A pesar de todas las desgracias, Tian vehicula un discurso alegre, aderezado de momentos de felicidad diríase beatífica, con Tietou conviviendo con su madre, su comprensiva abuela, su "tío" Li o con la pequeña hija de su padrastro. Pareciera que a pesar de su precariedad -o acaso por eso mismo- los momentos felices iluminan la trágica vida de todos estos personajes, destruidos por las locuras de sus líderes.


El Papalote Azul vivió, después de realizada, una historia digna de otro filme: al ver los rushes de la película, los censores chinos prohibieron a Tian que la terminara. La cinta, no obstante, fue enviada a Hong Kong y, vía telefónica, el cineasta terminó por dirigir el montaje.


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